¿Qué es mejor, quitar el catalizador o cambiarlo por uno deportivo?

La elección correcta depende del uso del automóvil y las preferencias del propietario.

La eliminación del catalizador da como resultado un sistema de escape de flujo muy libre, con baja contrapresión. Esto es positivo solo si la administración electrónica puede poner en práctica esta libertad.

La reprogramación de la ECU es aconsejable con esta modificación. En muchos automóviles este procedimiento permite la desactivación del segundo sensor de O2, el que está detrás del catalizador, por lo que los valores incorrectos serán ignorados y no habrá luz de advertencia. Este es el procedimiento estándar en autos de carrera con ECU independiente.

La desventaja de esta modificación es que el automóvil no aprobará ninguna prueba de emisiones ya que los gases contaminantes no disminuirán. Un olor desagradable también se puede percibir desde el escape.

Un catalizador deportivo ofrece un flujo de gas mucho más alto que uno común de cerámica, debido a la densidad de celda mucho más baja, 100 o 200 células por pulgada cuadrada en comparación con el 400-800 de la unidad de stock. Al mismo tiempo, conserva algo de contrapresión en comparación con la opción sin cat. Esto hace que la reprogramación de la ECU sea innecesaria en la mayoría de los casos, pero aún permite un aumento constante del rendimiento gracias a la capacidad de adaptación de los modernos sistemas de gestión electrónica.

No habrá ningún problema con las pruebas de emisión y no habrá ningún olor desagradable.

Debe señalarse que en automóviles muy recientes (Euro 4 y 5 en estándar europeo) el rango de emisión establecido por el fabricante es tan restrictivo que incluso los catalizadores HJS de 1er grado utilizados en el sistema de escape Supersprint no pueden evitar el control de emisiones luz de alerta.